jueves, 28 de julio de 2011

4ª Crónica: ¿Spain is different? ¡Pues Ucrania ni te cuento!



Kiev, 27 de julio de 2011


Muy buenas a todos:

Ucrania es, hasta ahora, el país que más me ha llamado la atención en cuanto a contrastes. No sólo con España o con los países que la rodean, sino entre ellos mismos en muchos sentidos. Hoy lo vamos a explicar todo muy brevemente porque he estado casi todo el día conduciendo y casi no he hecho fotos:

-Carreteras: Anoche, cuando crucé la frontera, no me podía creer que aquello fuera una carretera de un país que espira a encabezar a la llamada “Europa del Este”. Hay unos baches del tamaño de las piscinas hinchables para los niños pequeños. Literalmente. Además, como estaba lloviendo (para variar), estaban llenos de agua y no se sabe su profundidad hasta que no estás dentro. Después de pasar por varios y estrenar el cubrecarter en uno de ellos, decidí esperar un poco porque venía un camión detrás, para que fuera abriendo el camino hasta que me paré a dormir en el hotel Peugeot C3 sobre las 4 de la mañana.

Esta mañana me he despertado con un sol radiante en mi cara, el coche ardiendo, y yo, empapado en sudor. Como tenía el depósito lleno, sólo he tenido que poner la radio y girar la llave para estar en camino.

Después de unos 50 Kms. de baches he pensado: “Esto hay que grabarlo”, “estos baches no son normales”, y he encendido la cámara que llevo sujeta con cinta americana al salpicadero. Pues bien: Estaba yo tan tranquilo haciendo mi episodio de 21 días con la cámara, cuando de repente la carretera ha empezado a mejorar y en un momento estaba en una carretera muy buena. Esto ha ocurrido en cuestión de un kilómetro. Una muestra de la carretera arreglada:


Del tramo malo no tengo fotos porque no está la cosa para soltar una mano del volante e ir haciendo fotos con ese firme, pero tengo vídeos que ya subiré en Cáceres.

Esta carretera me llevaba a la primera ciudad grande de la etapa de hoy: L´Viv.

Al principio, me ha llamado mucho la atención las iglesias que tienen, que son visibles desde lejos, algunas con unas cúpulas doradas muy llamativas, aunque otras destacan por la arquitectura. Luego, he visto que había iglesias parecidas cada dos por tres y no he hecho muchas más fotos. Os pongo un par de ellas:





Después de pasar L´Viv, he cogido la carretera-autovía que llega hasta Kiev, y aquí también he sacado algunas conclusiones:

1º- Los ucranianos (o su gobierno) despilfarran mucho dinero en pintura. La mitad de la pintura de las líneas continuas se las podrían ahorrar si las pintaran todas discontinuas. Total, el caso que le hacen es el mismo. O mejor todavía: que no las anden ni pintando, porque se pueden llegar a cruzar, dos camiones, un coche, otro aparcado en dirección contraria en el arcén, uno que va en un carro tirado por caballos, una niña de unos 6 años con un palo en la mano que lleva a su cargo ella sola 20 vacas... en fin, de todo y sin respetar ninguna línea. Tampoco tengo fotos de esto, pero como me quedan todavía unos 1.000 km en Ucrania, seguro que pillo alguna locura de estas.

2º- Los ucranianos (o su gobierno) son adictos al riesgo. Si lo que os he contado antes os parece gordo, atención a esto: Ponen pasos de cebra en mitad de las autovías, en os tramos por donde se va más rápido. A esto sí que le he echado fotos, porque si no no se lo cree nadie.

En esta primera foto, que es la misma del principio, se observa que está el paso de cebra señalizado a ambos lados de los tres carriles en el mismo sentido:


En esta otra podéis ver el paso de cebra “en todo el medio” de la pedazo de carretera:



Se observa que los tramos son distintos. No hay dos ni tres. Hay uno de estos cada pocos kilómetros. Ahí va otro:



...y así sucesivamente.

Otra cosa curiosa son los monumentos que ponen en la carretera. Te encuentras tanques o aviones al lado de la carretera, a los que le faltan piezas, pero a ellos les debe de gustar así, o a lo mejor es que ya no hay repuestos, porque tienen pinta de ser viejos:


Si, si, es un avión viejo sin el morro soldado a unos hierros. A esto en España se le llama “una mierda pinchá en un palo”. Más de cerca:




Bueno, seguimos:

A eso de las tres me he parado a comer en unos merenderos que he visto al lado de la carretera. La presentación, estupenda, en madera, con techo... pero ponen los contenedores de basura a un metro y no hay quien pare allí. A mí, la verdad, me importaba poco porque ya iba oliendo yo casi igual de todo lo que he sudado hoy, pero al final, la cosa se ha complicado porque no dejaban de llegar cada vez más avispas y me he terminado el bocata dentro del coche. Os dejo unas fotos del bodegón que he preparado para la ocasión:






Después de mi comida, he seguido mi camino, y cuando estaba llegando a Kiev se ha formado una tormenta de las buenas y ha empezado a hacer frío otra vez. Todo esto en cinco minutos. Tampoco he podido sacar fotos porque la carretera se ha vuelto a transformar en un camino de cabras, pero también está grabado en vídeo.

Una vez en Kiev he llegado al aeropuerto después de pasar varias veces por delante de él. Esto pasa porque no se ve una torre de control, unas pistas, unos aviones... vamos, que también es diferente. Además, no es más grande que la estación de trenes de Cáceres, para que os hagáis una idea. Si el viernes recojo a Javi allí, ya os lo enseñaremos después.

...Y finalmente, como mañana me tengo que quedar aquí esperando a ver si viene Javi, me he buscado un hotel para dormir para dormir bien una noche por lo menos. Después de la tormenta, había vuelto el bochorno y ya me tocaba una ducha, que llevo una semana lavándome como los gatos. Además, también tocaba ya disfrutar de un WC, porque ya tenía “el enemigo a las puertas”, o, dicho de otra manera, “estaba la tortuga asomando la cabeza”. Os dejo una instantánea para que observéis mi cara después de perpetrar los hechos:




Bueno, pues espero no haberos aburrido mucho. Mañana no sé si mandaré crónica porque voy a estar todo el día en Kiev. Así también podéis descansar de mí un poco.

Un abrazo a todos. Javi, aquí te espero.

3ª Crónica: Auschwitz.

Martes, 26 de julio de 2011


hoy os escribo esta crónica con la moral “por las nubes”. Acabo de pasar la frontera entre Polonia y Ucrania, y he estado hablando con Javi, que me cuenta que a lo mejor hay suerte y le tenemos metido en el coche el jueves o el viernes. A ver si hay un poco de suerte y un mucho de comprensión por parte de quien corresponda.


Y ahora, vamos a contar el día de hoy, que no ha tenido desperdicio:


Ayer por la noche estaba saliendo de la República Checa cuando paré a escribir y a dormir. Esta mañana, lo primero, un buen desayuno: Un “bollycao” checo de los contundentes. 400 gramos de bollycao, relleno de un chocolate amargo con una textura como de arena, pero que seguro que alimenta lo suyo. Viva el colesterol:








Después de terminarme el tentempié, he seguido en dirección a Cracovia por carreteras secundarias, porque la Organización, en el papel que nos dieron a la llegada a Klenova, decía que no había autopistas en Polonia. Pues bien, esto es falso. He preguntado en un semáforo por la dirección de Katowice, que estaba en la ruta, y un señor muy amable que iba montado en una grúa me ha dicho que le pillaba de paso, y que me fuera detrás de él. En un momento estaba en la mejor autopista por la que he conducido en la vida. Sin cachondeo: Kilómetros y kilómetros sin un sólo parche, carriles anchos, pocas cuestas...impresionante. Ya podían aprender los checos a hacer carreteras. Y de remate, cuando llego al peaje hay que pagar unos 2 € por un montón de kilómetros.

Un poco antes de llegar a Cracovia está el desvío hacia Auschwitz, y me he ido a hacer turismo, ya que llevo mucho tiempo de adelanto. Ha sido una buena decisión, porque merece MUCHO la pena.

Allí tienen dividido entre Auschwitz I y AuschwitxII-Birkenau. Están separados unos 3 Km. Y hay un autobús que te lleva gratis de uno a otro.

Yo, he ido primero a Auschwitz I. En la puerta hay dos aparcamientos (de pago). Decido entrar al que está justo en la puerta del Campo, y en la entrada pregunto al chico que me da el ticket que cuánto vale, y me dice: 3 Leuros. Y pienso yo: Si estos usan Zlotys, ¿por qué coño me lo dice en €? Pues estaba claro: Me la iba a meter en el cambio. ¡Que te lo crees tu!. Bueno, pues voy a la ventanilla para sacar la entrada del Campo, pregunto cuánto es el parking, y la tía me ha soltado una parrafada en un momento que me ha servido para todo el día. Viene a ser así:

Jose: -Hola, por favor: ¿Cuánto vale el parking?
Cajera: -8 Zlotys
J:-¿Y la entrada a Auschwitz?
C:-Ahora hay que pagar la entrada y además a un guía, pero si vienes a partir de las 15:00 es gratis y no hay que pagar al guía, además, Auschwitz II es gratis todo el día y está aquí al lado.
J:- ¿y sabe usted de una oficina de cambio por aquí?
C:- Sí, es la ventanilla de aquí a la vuelta.
J:- Vale, pues muchas gracias.

Conclusión: Estos polacos no quieren ganar dinero. En España no te lo dicen así de claro: “Vete p´al otro campo, que no cuesta, y después te vienes a este cuando no cueste”. Y que conste que es un museo estatal y son personas contratadas por el gobierno. En España haces eso y te echan por no sablear a un extranjero.

Acto seguido, me voy a la ventanilla del cambio, veo cómo anda la cosa, y se confirmaron las sospechas: 8 Zlotys son 2 €. ¡Qué jodío el del aparcamiento!. ¡Un 50% de comisión!. Eso lo hago yo en mi trabajo y me cuelgan los clientes.

Solución: Cojo un billete de 100 Coronas Checas, que son un poco menos de 4 €, soluciono el tema del aparcamiento y me voy al otro Campo.

Todo esto ha ocurrido en 5 minutos, así que me he ido corriendo a por el coche, y a la salida me quería cobrar, pero les he dicho que tenía que ir a Auschwitz 2 a por mi amigo, y que ahora volvía. Sin problemas también, así que al final “se la he metido yo a él”.

Os voy a poner alguna foto de Auchwitz I porque si no, tanta letra es un poco aburrido:






Desde fuera ya es impresionante. Ahora unas monjas italianas que me han hecho una foto. En cuanto las he visto por allí he pensado: Ya está, una foto para que la vean mi madre y mi abuela:




No sé por qué, pero a todos los italianos que conozco y les digo que mi hermano estudió en Milán, me dicen que ellos también son de Milán. Será como loj madrileñoj que vienen a los pueblos en verano, que luego viven casi en Talavera. A estas monjas las vamos a creer por eso de los hábitos.

Bueno, seguimos con los barracones:



la vía del tren donde se hacía la selección de los que valían para trabajar y los que no:



y un crematorio, destruido por los nazis antes de la liberación del campo:


Después, me ha ido otra vez a Auschwitz I, que está mejor conservado pero es muy pequeño en comparación. Éste será como 30 campos de fútbol, y el otro un par de ellos como máximo:

La entrada:



algunas fotos:



una cámara de gas:



crematorios:



...es impresionante verlo en persona. Está todo muy bien explicado y repito que merece la pena. Tengo muchas más fotos, que ya os enseñaré en Cáceres. En total, he pasado unas 6 horas viendo los dos Campos y eso que no he parado a verlo todo.

Seguimos:

Después de la visita tocaba buscar algún sitio con internet. Le he preguntado el del aparcamiento (antes de pagarle) y me ha dicho que justo al otro lado de la carretera, en un centro que hay para turistas, había internet. Luego le he pedido la cuenta, y ha ocurrido algo parecido a esto:

Jose:-¿Qué le debo?
Guarda:-3 euros
J:-No, no, eslotis, eslotis.
G-¿Zlotys?
J:-Si, toma, son 8, toma un billete de 10 y me debes 2

En ese momento, el guarda me ha dado los 2 Zlotys de vuelta, sonriendo con cara de pensar: -¡Joder, lo que ha aprendido éste en un rato!, mientras yo le sonreía con cara de : “¡A tu padre le vas a enseñar tú...!”Ha sido una conversación con la mirada muy agradable, la verdad, por lo menos para mí.

Después me he ido al centro de turistas, y nada más llegar, otro parking. Ya estamos otra vez...






...pero no, esto ha sido curiosísimo: resulta que tiene la valla de la salida averiada. Ellos te dan el ticket a la entrada, pero al salir no hay nadie ni nada que te obligue a pagar antes de irte, así que os podéis imaginar lo que ha pasado. Demostración:


y esta foto es a la salida, hecha desde dentro del coche. Al salir estaban arreglando la valla varios hombres. Me he acercado, se han apartado amablemente del medio y me he ido. Esta foto la he hecho desde dentro del coche. Se observa a los trabajadores agachados en el espacio de la valla. No me he bajado porque a lo mejor les iba a parecer ya mucho “pitorreo”:

"No se ve nada, lo sé, y se lo he hecho ver al autor, pero se ha empeñao"


Y ya, desde aquí, a conducir un poco. Eran las 19:00 y me quedaban unos 450 kms. Hasta la frontera.

Una vez en la frontera, he podido tener mi primer problema: El guardia estaba anotando que mi coche era un Peugeot C3 y le he dicho que estaba equivocado. Me ha enseñado las chapas del león de Peugeot del capó y el maletero, y yo le he dicho: -”Sí, pero no”. Entonces me ha pedido toda la documentación y no le ha gustado un pelo. Os enseño una foto que le he hecho al papel donde ponen los datos del coche, donde se ve “Peugeot” a medio escribir, luego tachado y luego la otra marca, que no la nombramos para no hacer publicidad gratuita:




La foto no se ve muy bien, pero es que sólo tenía unos segundos desde que me dieron el papel hasta que se lo tengo que dar a otro guardia y no tienen pinta de cachondos precisamente. Además, me ha saltado el flash de la cámara y casi la he liado “parda”.

Luego, ya en la parte ucraniana de la frontera, he tenido otro “problemilla”: Resulta que el coche está a nombre de Javi, pero el seguro está a mi nombre, y eso no les tremina de cuadrar. Al final me he tenido que ir a la guantera a por la póliza del seguro, donde salen los dos nombres, porque si no, no me dejaban pasar. Aquí si se me han quitado las ganas de tonterías a mí, la verdad.

Finalmente, a las 3 de la mañana, he pasado la frontera y he parado en la primera gasolinera a comprar agua, pero como no tengo la moneda de aquí, le he echado gasolina al coche para poder llegar a una cantidad “decente” para pagar con tarjeta. Me han llamado la atención dos cosas:

1- A la gasolina no la llaman gasolina, sino “benzina”. ¿Qué coño le habré echado al coche?. El caso es que anda igual. Ya veremos más adelante.

2- Los surtidores no miden la “benzina” en litros, sino en decímetros cúbicos: Hay gente pa tó:



Bueno, pues yo creo que os he resumido bastante bien el día de hoy. Voy a ver si descanso un poco y mañana me voy a Kiev a esperar a Javi.

Un abrazo a todos.

Jose.

martes, 26 de julio de 2011

2ª CRÓNICA: Salida "oficial".

CRÓNICA:


Lunes, 25 de julio de 2011


Escribo esta crónica desde Ostrava, en la República Checa, al lado de la frontera con Polonia. He parado en una estación de servicio porque he visto un KFC, que suelen tener wi-fi, para poder enviarla desde aquí, pero de momento el portátil no termina de ir “como Dios manda”. Mañana si encuentro algún sitio con internet la subiré en un momento.

Bueno, al lío. Os voy a contar lo que hemos hecho hoy:

NADA

Hala, fin de la crónica.


Bueeeeno, vamos a rellenarlo con fotos y alguna explicación:

Anoche me fui a dormir pronto. Estaba cansado, con frío y con dolor de cabeza. Supongo que sería del poco tiempo que había descansado hasta ese momento. El caso es que después de mandar la primera crónica me pasé por el bar un rato a tomar algo. El whiskey (bourbon) era de una marca rara y sabía extremadamente dulce. Además, los cubatas los servían sin hielo y muy poco “aliñados”, Así es que me tomé una copa rápida y a la cama.

Después de hinchar por primera vez la colchoneta sin usar los pulmones (pedazo de compresor me ha proporcionado Extrecar, jeje), me dispuse a meterme en el saco, con las zapatillas dentro de la tienda porque la humedad aquí es impresionante, y me dí cuenta, después de los años que llevo con ella, de que mi tienda no tiene cremallera por abajo y estás “al aire”. Esto viene muy bien en los veranos en España, pero no por estos lares, porque el airecino que entraba me obligó a dormir por tercera noche consecutiva hecho una bola.

En este aspecto, los que mejor lo tiene son los ambulancieros, que me han explicado que tienen un sistema que calienta la zona de las camillas sin gastar la batería. Mirad las camas que tienen los pájaros:





...al final, como estaba muerto de sueño, he dormido y he descansado bastante.


Luego, esta mañana, a partir de las 10 empezaban las inscripciones para la salida. Tenían que ir todos los equipos a escribir su nombre en una libreta de un inglés, y te daban las pegatinas para el coche, una camiseta amarilla, un pañuelo y un panfleto. Esto te lo daban sin comprobar nada, así que yo he dicho que estábamos dos y me he cogido también una camiseta y un pañuelo para Javi. Luego más adelante los veréis, porque mucha gente se los ha puesto para la salida. Yo lo haré cuando encuentre agua caliente y me avíe un poco.

Después de las camisetas, nos han dicho que a mediodía sería la salida. En este rato, he vaciado TODO el coche y lo he vuelto a colocar, pero esta vez con criterio, dejando a mano las cosas que se utilizan más (mesa, silla, comida...) y el resto a la baca. Como resultado, puedo ver por la luneta de atrás, y me queda libre el asiento trasero para reclinar el delantero y poder dormir en el coche, que me parece a mí que entre el frío y la lluvia se va a convertir en cama oficial. Este es el resultado:










Ya se pueden ver las pegatinas del rally en las puertas, además de otras de Beep que me he encontrado mientras ordenaba el maletero, que las he usado para rellenar los huecos.


Bueno, seguimos: Al final, la salida ha empezado a las 16:00. Ha subido al escenario el presentador, ha hecho el tonto un buen rato, y luego ha habido una acuación de una familia de Mongolia, con los trajes típicos de allí (esto lo supongo yo), que tocaban unos instrumentos parecidos a violines:







...total, que al final, cuando he querido salir de allí, eran casi las 18:00. Desde allí, a Pilsen (donde la cerveza), después Praga, Brno y ahora estoy casi en Polonia. El viaje, corto (unos 500 Kms) pero incómodo, porque no ha dejado de llover y la autopista de Praga a Brno, unos 190 Kms, está más bacheada que la de nuestras carreteras extremeñas. Menos mal que no he pagado el peaje, porque me habría escocido pagar por usar esa carretera. El tema de los peajes en Praga no lo tienen bien pensado. Estos en España no recaudaban ni un euro al día: Resulta que tienes que sacar un ticket que viene a salir por 10 €, pero no te lo pide nadie. Sólo es “por si acaso lo piden”, y si no lo llevas te multan, pero no deben de pedirlo nunca porque todos los equipos españoles han hecho lo mismo y a nadie la he pasado nada. Bueno, todos no han hecho eso: El cateto del cacereño se ha ido ayer por todas las carreteras secundarias para ahorrarse los peajes, hasta que se lo han contado hoy los paisanos..

Y ya para terminar, os voy a enseñar algunas fotos curiosas:

Coche de bomberos con 40 años. Gasta 30 litros a los 100 Km.:




De Sudáfrica:



De Nueva York:



Unos disfrazados de tenistas:



Estos son americanos, y van en vespinos de 90 cc.:



Y ahora...¡La salida del Nafanchez Team!. Se han descojonado un poco por eso de ir solo, el que sale a mi lado sentado es un alemán que se ha ofrecido voluntario a venirse, y los de amarillo son del equipo “La chispa de la Vida”. Una gente muy maja:



Y eso es todo hasta ahora. Lo dicho. En cuanto consiga un poco de wi-fi os la mandaré. Espero que os guste y prometo más en breve.

Jose.

lunes, 25 de julio de 2011

1ª CRÓNICA: VIAJE HASTA EL CASTILLO DE KLENOVA.

Domingo, 24 de julio de 2011. 10:10 de la noche.

Muy buenas a todos:

Disculpad la tardanza en escribir este primer artículo, pero es que no me ha dado tiempo. He estado liado dándome una vuelta por Europa con el Peugeot C3.

Antes de nada: Javi: Un abrazo. Te espero el viernes en Kiev. Y si no, un poquitín más adelante. De momento, esto es como conducir por España. No te pierdes nada.

Bueno, al lío:


lo del viernes me encantó. No soy yo de expresar muchos sentimientos, pero estuve un buen rato pensndo en todos los que estaban allí pasando calor sólo para decirnos adiós.


La salida fué sobre las 19,40. Nada especial hasta San Sebastián, que paré a cenar algo sobre las 2 de la mañana y hacía un frío que pelaba. Además, se puso a llover y ya no ha dejado hasta hoy domingo cuando faltaban unos 500 Kms. Para llegar a Klenova.


Después de San Sebastián pasé la frontera por Irún, aunque parece que sigue siendo el País
vasco hasta bien entrados en Francia: Los carteles en español, el tipo de letra que usan los vascos...y así hasta que ya eran las 5 y pico y después de pasar Saint-Jean-de-Luz, antes de llegar a Bayona, me quedé a dormir en una zona de descanso de las miles por las que he pasado en estos dos días. Como estaba lloviendo, me tenía que quedar dentro del coche. Mi idea inicial era echar el respaldo para atrás y punto, pero no caí en la cuenta de que el coche va hasta arriba de cosas hasta que empujé con la espalda. Eso no hay quien lo mueva. Por lo menos la espalda la llevo recta, jeje. Solución final: dormir tumbado en los asientos delanteros, hecho una bola, con la palanca del freno de mano a la altura de los riñones y el saco enrollado a modo de almohada para hacer el reposabrazos de la puesta más “cómodo”. En esta foto se puede ver mi cama casera:    


Después de una siesta de cuatro hora, me despierto y veo un coche aparcado a unos metros. En cuanto me bajé para estirar las piernas (y todo el cuerpo) se baja del coche uno de los “jichos” más grandes que he visto en mi vida, que me venía hablando pero yo ni le entendía. Le digo: No, no, yo español, no entiendo, y me dice: ¡Coño, iguar que yo! ¿Ande vas?, y le digo: A Mongolia, jaja, chúpate esa, y me dice el tío que le acerque a
bayona, que se ha quedado sin gasoil y tiene que estar allí en veinte minutos... al final, me tuve que ir en la dirección contraria para no tener que llevarlo, y al final casi me daba pena después de la foto que nos hicimos. ¿Quién no recogería a este señor si se lo encuentra en mitad de un descampado?:




Os pongo otra que le hice cuando estaba distraído:



Los pantalones ganan mucho cuando se pone de pie (estilo años 60), pero le tapan los calcetines, que tampoco desmerecen.


Bueno, seguimos:

Después de darme a la fuga en la dirección opuesta a la que iba mi amigo, volví a dar la vuelta y pasé por el mismo sitio, pero sin volver la cabeza para no verle otra vez. Unos kilómetros más adelante, pasé por un pueblo que estaba en fiestas. Se llamaba Tyrosse, y a las 10 de la mañana había un montón de gente vestida igual que en los Sanfermines, pero sin toros. Sólo bebiendo en barras montadas en la calle. Y estos no es que vinieran de juerga y no se habían acostado, es que se acababan de levantar y ya estaban liados. Esto lo sé porque iban todos muy limpios y porque reconozco una cara “de no haberse acostado” a la legua. Demostración:



 
En este momento me entraron ganas de parar “a tomar algo”, pero pensé: “No, que luego me lían”, y decidí seguir mi caminito.


Unos cuantos de kilómetros más adelante, llegué a Burdeos.
Es una ciudad grande, grande. Tiene un río también muy grande, con un montón de puentes (estas descripciones parecen las de Los Fraggel, jeje). Os pongo una foto, aunque en realidad no se ve mucho. Es difícil conducir, mirar la ruta, fumar y hacer fotos a la vez:






...y más o menos por aquí es cuando empecé a verle las orejas al lobo: Ya llevaba un rato con la reserva encendida y paré a echar gasolina. ¡Menudo palo!. A 1,60 € el litro. Espero que la venta de camisetas esté funcionando bien, porque si no vamos a tener problemas financieros serios. Aquí la pertinente demostración:



 

Justo después de echar gasolina, el Peugeot me ha gastado una broma: Arranco el coche, empiezo a andar y de pronto veo que la temperatura no se ilumina. ¡Madre mía! Menos mal que antes de empezar a darle golpes el lado, como a las televisiones, se encendió y hasta ahora todo normal.

Después, lo normal: Otra pila de kilómetros  lloviendo cada vez más, hasta que hubo un momento que paró un poco y me bajé a comprar pan, pan, porque los biscottes a mí no me acaban de convencer. Un poco después pare a comer en un pueblo antes de llegar a Limoges, donde conocí a unos camioneros portugueses, empezamos con el vinho, las cervejas, el presunto y el queijo y al final nos liamos hasta casi las 6 de la tarde. No estuvo mal la cosa:



Por cierto: El queso de oveja de Castilcerro que nos zampamos estaba de muerte, igual que el jamón del Covirán de Castilblanco. Un saludo desde aquí a los amigos Honorio y Ricardo. Como se puede observar, al final ha venido bien llevarse la bandeja del coche y no tirarla.

Otra foto, con los portugueses:



Y esta, ya hecha como dios manda, con el hijo de uno de ellos:


...y después de esto, me quedaban un montón de kilómetros hasta Alemania, que era mi intención, pero entre lo que cascamos los portugueses y los españoles con una comilona de por medio y que me perdí bien perdido en la autopista que lleva a Alemania, me he quedado a dormir en un área de servicio, también dentro del coche, porque seguía lloviendo, pero esta vez mucho mejor: He puesto la cabeza al lado del volante y el culo y las piernas en el del copiloto, y la cosa mejora bastante. En tiempos de escasez, cualquier avance de estos es una alegría que no os imagináis.

Hasta aquí todo lo del viernes y sábado. Hoy domingo el día se resume en que me he levantado a las  ocho y he conducido hasta Alemania, he pasado todo el país y he entrado en la República Checa. He parado a comer antes de la última frontera y esta vez le he metido mano al queso y a un salchichón ibérico del Covirán, que tampoco se queda atrás de rico.


Luego ya, después de otros pocos de kilómetros (llevo ya 25224 exactamente), he llegado al castillo, pero no os lo puedo enseñar porque no he ido a verlo, ya que me he entretenido a montar la tienda y a escribir esta crónica. Durante este tiempo, han empezado a salir españoles de todos sitios, que han ido saludando y se están quedando todos acampados al lado, con lo cual estamos “como en casa”. De momento hay muy poca gente pero entre los españoles hemos hecho piña y hay muy buen ambiente. Os dejo unas fotos donde salen el equipo “Cavijo” y “La Chispa de la vida” con sus ambulancias, además de otros dos que no me acuerdo de los nombres, pero son de Cantabria y Cataluña:






Y también os dejo lo que yo creo que son las “instrucciones para todo el Rally:



 Poco más hasta ahora: Me ha llovido todo el tiempo, cada vez hace más frío, todavía no me he cambiado de ropa...

Y eso, lo dicho, besos a abrazos a todos, y en especial a Javi, que dentro de nada lo tengo aquí sentado al lado, cuando empiece lo bueno.

Jose.