lunes, 3 de septiembre de 2012

LA ETAPA FINAL

DÍA 12.

Me despierto a las 7 de la mañana, desayuno con la cuñaína, y tiro palante.

Tengo que echar gasolina de nuevo. Aunque ahora parece barato, no lo es. Y subirá dentro de poco de nuevo.

He lavado la ropa en casa de mi hermano, pero no ha dado tiempo a que se seque, así que uso el coche de tenderete:


Paso Valencia, y tomo la A3 dirección Madrid, como siempre.

Casi me meto en el circuito de Cheste, a enseñarles un poco, jeje:








Doy la cuarta vuelta al contador parcial de kilómetros. Ya van 8.000.






 Me desvío en la AP36, hacia Ocaña. Así, a modo de atajo.

Cuando llego a la nacional que va a Toledo, me doy la vuelta, y continúo hacia Ocaña, buscando una autovía hacia Toledo.

Mal hecho.

Un buen rato después, veo el cartel de la R4, y la A4. Paro a preguntar, y me dicen que tire hacia Aranjuez, y ya me marca Toledo.

Acabo de hacer unos cuantos kilómetros más. Tiene narices que, después de pasar por Kazajistán, Rusia, Ucrania, Polonia, Alemania, y Francia, me pierda ahora.

Llego a Toledo, y tiro hacia Maqueda. Ya no queda ná.

Me pienso muy seriamente pasar la ITV. Pero me la sigo jugando. Después de ocho mil kilómetros, estaría bueno que me multasen cuando me quedan doscientos.




NAVALMORAL...






Y, POR FIN, CÁCERES. 


Entrando

La Ronda Norte

Lo he conseguido. Por fin voy a ver a mi pequeña:





Lo primero, afeitarse...

Ya tocaba, jejejej


Una grandísima experiencia. Todavía recuerdo perfectamente a todos esos que me han ayudado en el camino. 




Gracias a todos.

 A Ernur, y su llamada al cónsul ruso. A JuanDyc, y su inglés autodidacta. Al del taller que me hizo la ruta. A los Andriys, los ucranianos que me llevaron casi hasta la frontera. A los de la frontera por quedarse con mi tabaco, y por dejarme pasar con los peligrosos narcotics, a cambio de 10 dólares. A la chica de Mongolia que me ayudó en la embajada rusa. 

A mis padres, a mi hermano y a Teresa, que sé que han estado preocupados.

A Jose, por meterme en esta aventura. Y a su familia, los más grandes.

A los amigos, que tanto nos han ayudado. 

A los patrocinadores que tenéis a la derecha. Hasta que lleguemos a la meta seguís con nosotros. Y más.

A todos ellos que han hecho posible que al año que viene intentemos llegar por fin a Mongolia.

De momento ya está el Peugeot C3 Priama en casa. 

¡¡¡¡¡¡¡¡A MONGOLIA!!!!!!












JULIO 2011 - AGOSTO 2012 - ¿JULIO - AGOSTO 2013? - ¿.........? 


















CERCA DE LA META

DÍA 11

Me despierto temprano. Desayuno, arranco, y continúo.

Ya huele a España. Enseguida encuentro en la carretera esto:



Una furgo con matrícula de España. Buff. Lleva una BMW en el remolque, por lo que pienso que viene de comprarla de Alemania. Aunque la matrícula es española también.

Sin duda, éste es el camino.





Mis cálculos de la gasolina son buenos. Demasiado buenos. Milimétricos diría yo.

Tanto, que me da un poco de miedo que me haya quedado un milímetro corto, y me quede sin gasolina. Por tanto, reduzco la velocidad paulatinamente para economizar.






Ha funcionado, y consigo llegar a la última gasolinera de Francia. Le echo lo justo, que en España será más barata.



Ocho litros. Suficiente. En el surtidor dejan claro que no puedes fumar tabaco, ni móviles.

Continúo. Ahí estás. Los Pirineos. Adiós, Francia.







Hola, España.



Igual que noté el cambio entre Alemania y Francia rápidamente, el cambio con España es brutal. Te deja el ánimo un poco tocado entrar en tu país, y verlo todo quemado.

Una lástima. Como alguien que ha vivido dos incendios en primera persona, me afecta mucho. Más tarde leo que han muerto tres personas, y que se han quemado 13.000 hectáreas.

Ánimo para la gente de La Jonquera. 

En Francia no vi ni un pino quemao. Algo falla en este país cuando, año tras año, pasa lo mismo. Creo que había que invertir mucho más en prevención y limpieza de montes. Nos ahorraríamos mucho en extinción, y en lágrimas.

Tampoco veo necesario tanto pino. Aunque crecen rápido, es pólvora pura. Lo mismo tendríamos que plantearnos una reforestación a largo plazo. Seguro que se puede hacer un estudio sobre ello.



Más adelante lleno el depósito de gasolina bastante más barata.

Y otra cosa. Conecto el móvil al 3G. No me había ni acordao. El guasap.

Enseguida pongo un ESPAÑA con mayúsculas a mis contactos guasaperos que más lo esperan. Mi chica, mi hermano Luis, y el grupo que ha creado Jose: "Rescate del Peugeot C3".

En este grupo están los amigos Javi Fernández, David Osa, Sergio Muñoz y el incombustible Jose Sánchez, el otro miembro del Nafanchezteam.

Amenizamos el viaje jugando al "culo o codo":

Javi pierde.
Yo casi gano, pero iba conduciendo...

Alguien ganó!!!!

Total. Como voy bien de tiempo, decido no tirar por Zaragoza, y acercarme a Villarreal a ver a mi hermano y a mi cuñada Sara, que hace mucho que no los veo. La verdad es que he hecho bien. Tenía muchas ganas de estar con ellos.

Me reciben así:




 Y así:

Vemos en casa el Madrid-Barcelona, con Nidal, César y Gigi. Gente increíble. Amigos.

Aunque el Madrid ha perdido 3-2, creo que vamos a remontar, y a ganar la Supercopa. ;)

Me acuesto pronto. Mañana hay que despertarse temprano..





sábado, 1 de septiembre de 2012

HAT TRICK

DÍA 10.

Estoy a muy poquito de la frontera con Alemania. Está funcionando esto de marcarme un punto como meta de cada día. Hasta ahora me ponía un objetivo, y casi siempre lo he cumplido.

Excepto el día de Samara, que acabé durmiendo en una gasolinera de Saratov, siempre me quedaba cerca de la ciudad meta-volante del día. Llevo conduciendo desde primera hora de la mañana hasta la una o las dos de la mañana casi desde la frontera de Kazajistán con Rusia.

Antes no avanzaba mucho, pero a partir de ahora, será otra historia.

Aunque ayer me costó coger la autovía buena Polonia-Alemania, una vez dentro, esto es una maravilla. Pregunté a una familia en una gasolinera cómo llegar hasta ella, y diez minutos más tarde estaba en la misma gasolinera.

El pater me dibujó por dónde tenía que ir. Llegar a Katowice, y ahí coger la autovía. Tomé el desvío mucho antes, y tuve un dejavu carretero. Así que hice una pequeña pirulilla de cambio de sentido con doble contínua, y desanduve lo andado, para andar lo desandado. Tiré recto, llegué a Katowice, y paré a preguntar de nuevo.

Había que tomar el desvío hacia Wroclaw, el cuál ya había pasado. Volví marcha atrás, y tomé ese desvío, encontrándome una gozada de autopista.

Todo recto, hasta la gasolinera que os conté en el final de la crónica anterior. Un señor área de servicio como Dios manda.

Allí ceno un pan pizza y una coca cola gigante, y me voy a dormir al coche. Antes, pregunto cómo llegar a Berlín.

Pregunto a un tipo que resulta que va a España, a Ciudad Real. Es ucraniano. Van tres en la furgoneta, dos hombres y una mujer. El primero me dice que tienen familia allí. Cuando se va a pagar, el segundo me dice que van allí a trabajar. Van a trabajar dos días, y se vuelven. Sospechoso es un rato. Un montón de kilómetros desde Ucrania, para currar dos días.

Bueno, sospechoso o no, me dice que ellos llegarán en un día. Que se van turnando. Me dice que les siga, pero como yo tenía que dormir ya, y encima no tenía relevo, desestimo la oferta.

Así que me dice que si quiero ir más rápido, que no haga Berlín-París-Irún. Que es mejor ir por Dresden, y bajar, sin llegar a Berlín: Dresden-Chemnitz-Nümberg-Stuttgart-Mulhouse-Lyon.

Me despido, les doy las gracias, y les deseo suerte con el "trabajo". Mañana por la mañana pensaré la ruta.

Pues bien, como había llenado de gasolina el bidón, el depósito, y una garrafa de agua de cinco litros, el coche olía un poco bastante a gasolina. Así que, por el bien de mi salud, abro las cuatro ventanas un poco, y desenchufo la batería, como siempre.

Creo que ya os conté que algo hacía mal contacto, y que se descargaba la batería. Mejor prevenir.

Me despierto muy temprano, gracias a una pedazo de tormenta. Vuelan objetos y el coche se mueve a lo bestia. Aquí está el Katrina 2.

Me estoy mojando por dejar las ventanillas abiertas, así que cierro las de atrás, que son manuales. Las delanteras no puedo, son eléctricas, y tengo la batería desenchufada, así que las tapo con el pluma de Jose que uso para arroparme. Calado es poco. Para muestra un botón.


Cuando para un poco, me bajo a conectar la batería, y subo las ventanillas.

Decido continuar el camino, después de tomarme el cafelito. Algo positivo tendrá la tormenta, se limpiará el coche, y podré estrenar mis nuevos limpias.

El coche sigue igual de guarro. Increíble. Y ha escampado. Estreno los limpias con un par de pasadas para quitar las gotas que todavía quedan. Los usaré durante diez kilómetros más, y no volveré a usarlos en todo el camino. Buena inversión.

Decido hacerle caso a mis amigos Ucranianos, y dejo el desvío a Berlín a la derecha, y tiro hacia Dresden.

Ya he entrado en Alemania.


No es una leyenda urbana lo de la velocidad en Alemania. Pero claro, con cuatro carriles por autovía sí se puede.

Por el derecho van los camiones. El siguiente lo usan los camiones que adelantan a otros camiones, y los coches que van más despacio. El tercero lo transitan los coches y motos que van a 130-140 km/h, y el español del coche raro que va tocando las narices. En el izquierdo está el resto de BMW, Mercedes y Porches que tienen prisa. Y el español que va tocando las narices también, a veces, con su coche raro.

De esta forma, el Peugeot C3 Priama hace un nuevo récord de velocidad.



Paro a hacer el trasvase de gasolina del bidón y de la garrafa en un área de servicio en la que hay un MacDonald´s. Calculo que me he ahorrado unos ocho euros en gasolina.

Es la una de la tarde, y aprovecho para comprar un MacMenú para llevar. La chica me dice que si quiero pagar con tarjeta, que un mínimo de 6 €. Ésta no me ha visto a mí nunca en un MacDonald´s.

Así que continúo mi camino, con la intención de parar sobre las 15 horas a zamparme mi MacMenú. Cuando dan las tres, he pasado dos áreas de servicio más con MacDonald´s. Decido no parar en ninguno de ellos a comerme mi MacMenú frío teniendo un MacDonald´s al lado, por lo que almuerzo en marcha.

No vuelvo a parar en todo el día, intentando no echar gasolina en Alemania (1,77 €/litro), y voy haciendo el recorrido que me dijo mi amigo ucraniano.

Me desvío a Mulhouse, la Alsacia, Francia. Madre mía, casi no me lo puedo creer.

Aunque creáis que no, nada más entrar se nota el cambio. Más verde aún, menos carriles, y un descenso grande del límite de velocidad. 130, y una inscripción en las señales, que indica que no puedes pasarte de listo. Que si no respetas las señales te van a pillar. Seguro.



Paro a echar gasolina en otro pedazo de área de servicio. Es cierto que está más barata que en Francia. 1,74 €/litro. Me quedan unos 450 kilómetros para España, y viendo lo que gasta el coche, calculo para no echar de más.

Mi objetivo es llegar a Lyon, pero tomo el desvío antes de lo que había pensado. Mi idea era tomar la A6, pero ponen el cartel de Lyon a la derecha, y París, todo recto. Aun sabiendo que si continuaba llegaría a la A6, tomo el desvío por una carretera que en mi mapa parece peor. Está marcada en rojo, y con una línea bastante más fina.

Muy buena carretera, sin embargo. Muy buena, y muy cara. Autopista. Los franceses me han tomado el pelo. Paro y pregunto a un camionero. Casualmente va a Alicante. Me dice que continúe, que aunque parezca que entro en Lyon, cosa que no me apetece nada a estas horas y con este sueño, tome una carretera que él me indica, y que siga dirección Marsella. 

Le hago caso, y no me doy la vuelta hacia la A6. No me pierdo, y consigo pasar Lyon. 

Es la una de la mañana, y paro a dormir.

Compro una baguette francesa, un salami francés, y un vaso de sopas Knorr de una máquina francesa que me sienta estupendamente. Y a dormir.

Hoy me lo he merecido. He hecho un hat trick como un piano. Tres países en una sola jornada.

España a 300 kilómetros.





sábado, 25 de agosto de 2012

POLONIA

DÍA 9. POLONIA

Ya estoy en la Unión Europea, y eso se nota en todo.

No me han pedido perras en la frontera, he encontrado rápido un sitio para dormir, y he comido estupendamente.

Jose me recomienda encarecidamente que vaya a visitar Austwich. Aunque tenía ganas de continuar para llegar cuanto antes, al final decido ir a visitarlo.

Me dice Jose que a partir de las 15 horas, es gratis, pero que antes de las tres vale unos treinta euros.

Ya sabéis a qué hora voy a ir.

Austwich está a unos 25 kilómetros de Cracovia, y según el último cartel que vi anoche, Cracovia está a 215 kilómetros de donde estoy.

Así que hago tiempo hasta la una, para salir para allá, no sea que tenga que esperar mucho. Desayuno unos cereales, un café latte de a litro y pan con mantequilla. Ocho zlotis, dos euros. Casi desayuno otra vez.

Ha llovido otra vez esta noche, pero por la mañana está despejado. Sigo sin estrenar los limpias nuevos, y el coche no se limpia ni aunque pase el Katrina.


Polonia es precioso. Está lleno de pueblitos llenos de casas de madera en medio de un paisaje absolutamente verde.



Es precioso para alguien que vaya sin prisa. O en bici. Porque acaba un pueblo, y empieza otro. Todo el rato a 50 y 70 km/h. Lo de que acaba uno y empieza otro, es literal:



Y lleno de radares. La de millones que se ha gastao esta gente en radares. Pude ver unos cuatrocientos radares, en unos doscientos pueblos que había hasta Cracovia.

Que alguien me explique esta señal. Estaba en todos los pasos de peatones. ¿Significa "ojo, que puede pasar una niña con un super caramelo"? ¿Ojo con las niñas con objetos raros, son peligrosas?



La palabra Koniec estaba en todas las señales que avisan de un peligro. Debe ser lo que exclaman los polacos cuando se cruzan con un ciervo en la carretera, o les patina el coche.

Total, que llego a Austwich a las 17:30.


En Auswith II, Birkenau



Todavía tengo los pelos de punta. Os voy a dejar unas cuantas fotos. Es un sitio fundamental, me alegro de haber venido, aunque se me ha quedado el cuerpo un poco raro. Es increíble que todo esto haya pasado.












La libertad tan cerca...


El pelo que les rapaban a los presos

Las latas que contenían el gas


Zapatos de los presos ejecutados


Maletas. Nombre y número de presos.

Después de esta experiencia, vuelvo a la carretera. Hoy quiero estar en Alemania, así que pillo una pedazo de autovía, y paro en una gasolinera-parque-centro comercial a dormir.

Lleno el depósito de gasolina, y el bidón de 20 litros que había comprado en Ucrania. La gasolina subirá mucho en Alemania.