sábado, 25 de agosto de 2012

POLONIA

DÍA 9. POLONIA

Ya estoy en la Unión Europea, y eso se nota en todo.

No me han pedido perras en la frontera, he encontrado rápido un sitio para dormir, y he comido estupendamente.

Jose me recomienda encarecidamente que vaya a visitar Austwich. Aunque tenía ganas de continuar para llegar cuanto antes, al final decido ir a visitarlo.

Me dice Jose que a partir de las 15 horas, es gratis, pero que antes de las tres vale unos treinta euros.

Ya sabéis a qué hora voy a ir.

Austwich está a unos 25 kilómetros de Cracovia, y según el último cartel que vi anoche, Cracovia está a 215 kilómetros de donde estoy.

Así que hago tiempo hasta la una, para salir para allá, no sea que tenga que esperar mucho. Desayuno unos cereales, un café latte de a litro y pan con mantequilla. Ocho zlotis, dos euros. Casi desayuno otra vez.

Ha llovido otra vez esta noche, pero por la mañana está despejado. Sigo sin estrenar los limpias nuevos, y el coche no se limpia ni aunque pase el Katrina.


Polonia es precioso. Está lleno de pueblitos llenos de casas de madera en medio de un paisaje absolutamente verde.



Es precioso para alguien que vaya sin prisa. O en bici. Porque acaba un pueblo, y empieza otro. Todo el rato a 50 y 70 km/h. Lo de que acaba uno y empieza otro, es literal:



Y lleno de radares. La de millones que se ha gastao esta gente en radares. Pude ver unos cuatrocientos radares, en unos doscientos pueblos que había hasta Cracovia.

Que alguien me explique esta señal. Estaba en todos los pasos de peatones. ¿Significa "ojo, que puede pasar una niña con un super caramelo"? ¿Ojo con las niñas con objetos raros, son peligrosas?



La palabra Koniec estaba en todas las señales que avisan de un peligro. Debe ser lo que exclaman los polacos cuando se cruzan con un ciervo en la carretera, o les patina el coche.

Total, que llego a Austwich a las 17:30.


En Auswith II, Birkenau



Todavía tengo los pelos de punta. Os voy a dejar unas cuantas fotos. Es un sitio fundamental, me alegro de haber venido, aunque se me ha quedado el cuerpo un poco raro. Es increíble que todo esto haya pasado.












La libertad tan cerca...


El pelo que les rapaban a los presos

Las latas que contenían el gas


Zapatos de los presos ejecutados


Maletas. Nombre y número de presos.

Después de esta experiencia, vuelvo a la carretera. Hoy quiero estar en Alemania, así que pillo una pedazo de autovía, y paro en una gasolinera-parque-centro comercial a dormir.

Lleno el depósito de gasolina, y el bidón de 20 litros que había comprado en Ucrania. La gasolina subirá mucho en Alemania.







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